15 de febrero de 2018

Fue una clara tarde, triste y soñolienta

Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta...

La fuente sonaba.
Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abriose la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
golpeó el silencio de la tarde muerta.
En el solitario parque, la sonora
copia borbollante del agua cantora
me guió a la fuente. La fuente vertía
sobre el blanco mármol su monotonía.

La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,
un sueño lejano mi canto presente?
Fue una tarde lenta del lento verano.

Respondí a la fuente:
No recuerdo, hermana,
mas sé que tu copla presente es lejana.

Fue esta misma tarde: mi cristal vertía
como hoy sobre el mármol su monotonía.
¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares,
que ves, sombreaban los claros cantares
que escuchas. Del rubio color de la llama,
el fruto maduro pendía en la rama,
lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, hermano?...
Fue esta misma lenta tarde de verano.

—No sé qué me dice tu copla riente
de ensueños lejanos, hermana la fuente.

Yo sé que tu claro cristal de alegría
ya supo del árbol la fruta bermeja;
yo sé que es lejana la amargura mía
que sueña en la tarde de verano vieja.

Yo sé que tus bellos espejos cantores
copiaron antiguos delirios de amores:
mas cuéntame, fuente de lengua encantada,
cuéntame mi alegre leyenda olvidada.

—Yo no sé leyendas de antigua alegría,
sino historias viejas de melancolía.

Fue una clara tarde del lento verano...
Tú venías solo con tu pena, hermano;
tus labios besaron mi linfa serena,
y en la clara tarde dijeron tu pena.

Dijeron tu pena tus labios que ardían;
la sed que ahora tienen, entonces tenían.

—Adiós para siempre la fuente sonora,
del parque dormido eterna cantora.
Adiós para siempre; tu monotonía,
fuente, es más amarga que la pena mía.

Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruïdo abriose la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
sonó en el silencio de la tarde muerta.

Antonio Machado: Soledades. galerías. Otros poemas.


Soledades. Galerías. Otros poemas es un poemario de Antonio Machado. Fue editado por primera vez en Madrid en 1907 incluyendo parte de Soledades, libro anterior, publicado en 1903. Enmarcado en la corriente modernista, el propio Machado definió el conjunto de poemas como «una poda de ramas superfluas en la poesía española». Escrito con predilección por los metros menores y la rima asonante, gira en torno a temas como la infancia, el recuerdo, los sueños, el tiempo y la muerte, con una voz poética impregnada de nostalgia y serenidad, o dicho con las palabras del poeta: el «dolor del tiempo fugitivo» tintado con el «soñar de los sueños».

Más allá de sus reconocidos motivos modernistas —muy mejorados con intensas dosis de intimismo y «hondura metafísica»—, el tríptico machadiano de estas Soledades. Galerías. Otros poemas, recupera y renueva la influencia de la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer sintetizando un estilo casi conceptista con la frescura comedida del popularismo andalucista. Así lo presentaba Max Aub en 1966 y así lo han visto también críticos como Manuel Alvar en su edición de las Poesías completas de Machado en 1975 o el hispanista inglés Geoffrey Ribbans en su edición de esta obra. 

(Fuente: Wikipedia)